Con la llegada de los cambios de temperatura, ya sea por el frío del invierno o la exposición al sol y al viento, los labios son una de las zonas más sensibles y vulnerables de nuestro rostro. Su piel es mucho más fina que la del resto del cuerpo, carece de glándulas sebáceas y no posee melanina, lo que los hace especialmente propensos a la deshidratación y a la aparición de grietas, molestias o incluso pequeñas heridas.
Es habitual notar los primeros signos de sequedad labial sin prestarles demasiada atención: tirantez, pequeñas escamas o una sensación incómoda al hablar o sonreír. Sin embargo, es en este momento cuando conviene actuar con mayor prevención para evitar que la sequedad evolucione a una irritación mayor o que aparezcan fisuras dolorosas.
¿Por qué se resecan los labios?
Existen múltiples factores que favorecen la deshidratación labial:
- Condiciones ambientales extremas, como el viento, el frío o la exposición solar prolongada.
- Uso de mascarillas durante largos periodos, que puede alterar la humedad natural de la piel.
- Respirar por la boca, especialmente al dormir, lo que seca la superficie de los labios.
- Hábitos como humedecerse los labios constantemente con la lengua, que a pesar de parecer un gesto protector, en realidad los deshidrata más.
- Falta de hidratación interna, es decir, una ingesta insuficiente de agua.
Cómo cuidar los labios desde los primeros signos
El cuidado de los labios debe formar parte de nuestra rutina diaria de salud y bienestar, especialmente cuando detectamos los primeros signos de sequedad. Aquí algunos consejos útiles:
- Hidratación constante: tanto externa, mediante el uso de productos hidratantes específicos, como interna, asegurando un buen consumo de agua a lo largo del día.
- Evitar gestos perjudiciales, como morderse los labios, retirarse las pielecitas o humedecerlos con saliva.
- Protección frente a agentes externos: es importante proteger los labios del sol, el frío y el viento, especialmente si se practican actividades al aire libre.
- Exfoliación suave: una o dos veces por semana, con productos adecuados, para eliminar células muertas y mejorar la absorción de los hidratantes.
- Alimentación equilibrada: una dieta rica en vitaminas del grupo B y antioxidantes puede favorecer la salud de la piel, incluyendo la de los labios.
¿Cuándo consultar en la farmacia?
Si a pesar de una rutina adecuada, la sequedad persiste, o aparecen signos de irritación más intensos (enrojecimiento, fisuras, sangrado o dolor), conviene consultar con el equipo farmacéutico. En ocasiones, una sequedad persistente puede estar relacionada con otros factores, como carencias nutricionales o condiciones dermatológicas específicas.
En nuestra farmacia estamos para ayudarte a cuidar de ti y de los tuyos. Ven a vernos y te asesoraremos de forma personalizada para que puedas mantener tus labios sanos, suaves y protegidos durante todo el año.
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